domingo, 8 de septiembre de 2019

Los de tres añitos

Me voy a poner un poco seria. Soy una maestra que lleva muchos años haciendo  lo mismo y no deja de sorprenderme, ilusionarme y contagiarme  ganas de vivirlo de nuevo y hacerlo  mejor que la promoción anterior.

Llevo una semana en el colegio (todo el verano preparando el nuevo curso aunque piensen siempre que tenemos vacaciones de niños), entrevistando padres y niños. La idea para el que no esté en este mundo es que los padres te cuenten cómo es su hijo, cómo puedo hacerle más fácil la adaptación a la escuela, que los peques puedan estar un rato a gusto en la clase mientras ve cómo sus papis y yo charlamos tan tranquilos.
Mi cabeza hay días que estaba para explorar con 19 historias tan distintas, tan importantes, tan vitales e interesantes... Y es que, no hay dos peques iguales, dos familias iguales, dos vidas iguales y yo debo hacerme cargo para respetar la pequeña personalidad que me viene a clase, porque no es cierto que los niños sean un libro en blanco o que partamos de cero y no me funciona pretenderlos hacer a mi gusto si quiero que aprendan pronto y bien.

Me llevo historias bellísimas para empezar y voy a coleccionar esos pequeños momentos hasta que se integren porque los comienzos siempre son complicados. 
Sé que en casa, con mamá, de vacaciones es un estado inmejorable, pero ya que deben ir al colegio, me encargaré de que sean allí lo más felices posible... Tengo un mundo de cosas chulas que enseñarles.

¡Feliz curso!


martes, 3 de septiembre de 2019

Mientras pensabas que no miraba...

Mientras tú creías que yo no estaba mirando, yo vi que: Pegaste con un imán mi dibujo al refrigerador, por eso de inmediato quise hacer otro.

Le diste de comer a un gatito sin hogar, entonces entendí que a los animales hay que tratarlos con amor y respeto.

Preparaste mi pastel favorito especialmente para mi, así me di cuenta que los pequeños detalles ocultan mucho sentido.

Fuiste a visitar a tu amigo enfermo, y entonces entendí que las personas deben cuidarse mutuamente.

No niegas la ayuda a los necesitados, y comprendí que si tienes tiempo y dinero, hay que ayudar a aquellos que no lo tienen.

Tratas con mucho cuidado nuestra casa y a todos los que vivimos aquí, y entendí que cada persona debe cuidar lo que tiene y lo que quiere.

Incluso cuando te sientes mal, continúas cumpliendo con tus obligaciones, y me di cuenta de lo que significa la responsabilidad.

A veces no pudiste contener las lágrimas, y entendí que en la vida hay tristeza y dolor, y llorar es normal.
Nunca dejas de cuidar de mí, y yo quise cumplir todas tus expectativas y hacer todo lo posible para que te sientas orgulloso de mí.

Mientras tú creías que yo no estaba mirando, aprendía de ti la vida. Tomé tu ejemplo y traté de ser como tú.
En lo más profundo de mi alma estaba un pequeño adulto que se decía a sí mismo:

Queridos padres,♥️ gracias por todo lo que he visto✨😍 mientras creían que yo no estaba mirando.🤗

Autor Desconocido