El señor Rato y sus amigos o también llamados compañeros han destrozado Bankia y lo tengo que pagar yo por ser honrado y por ser funcionario.
¡Ah!, pero no piensan pedir responsabilidades, ¿por qué?, porque salpicarían a todo bicho viviente y así sólo salpica a los honrados que no hemos robado un duro a nadie.
Les da igual fastidiar a niños, enfermos y funcionarios, a los que nos tienen crucificados por haber protestado (es lo que pasa por no tenerlos acostumbrados).
Si me dieran un euro por cada vez que alguien para consolarme me ha dicho que no trabaje más que ocho horas diarias, que deje de hacer fichas los fines de semana y haga pagar libros de texto a las ya agobiadas familias, llegaría incluso a fin de mes.
Lo de llegar a fin de mes ya era difícil antes de dos bajadas de sueldo y antes de tener niños, pero era funcionaria y al menos tenía trabajo y sueldo estable.
Ahora ni sueldo, ni trabajo estable, que aún no sabemos si nos cierran el colegio, si nos dejan en la mitad de profesorado con el doble de peques.
No quiero que me besen los pies por tener el trabajo más importante del mundo y hacerlo, aunque quede mal decirlo, muy bien, como casi todos mis compañeros, pero al menos que dejen de pisarnos sabiendo que nosotros por su parte, no pisaremos al que tenemos debajo porque nosotros sí tenemos ética, vergüenza y sentido de la responsabilidad.
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