miércoles, 20 de marzo de 2013

Al cole el veinte de marzo

La enésima arremetida contra el maestro raso ha ocurrido hoy mismo en las escuelas valencianas.
Hoy nuestros gobernantes inútiles (de los que ya he descubierto con gran pesar que no son inútiles sino malos en todos los sentidos), se han pasado por el forro todo lo descubierto con la pedagogía reciente y han hecho lectivo el día veinte de marzo.
No sé qué me indigna más. Enumero y comento:

1-. Que fugan que en el cómputo de horas lectivas cuadra para acabar el veintiuno de junio. No sé a quien le cuadra, porque yo tengo que trabajar hasta el treinta, como siempre y los niños atenderán más el veintidós que hoy.

2-. Que huela tanto a represalia por no haber dejado que pudieran nuestro patrón a su antojo como han conseguido en otras partes de España.
Pobre día del Corte Inglés, que es en lo que se ha quedado el Día del Padre sí las maestras posan de celebrarlo por falta de ganas y de figura paterna con tanta familia desestructurada.

3-. Que al final, los verdaderos perjudicados, sean los niños, a los que se lleva a clase porque hay que ir o porque hay que dejarlos en algún lado mientras trabajamos.

Mierda de sociedad que pone a los niños en el último escalón de la sociedad  seguido de cerca por las mares trabajadoras con todos los derechos menos al de disfrutar un poco de la vida y de su familia.

Hoy, entre madre, maestra, estudiante y otros roles, he estado dos horas al volante y trabajo al lado de cada.

Pero creo que lo peor es haber levantado a mis hijos, absolutamente agotados para ir al colegio....¿PARA QUÉ?
Sólo para fastidiar y no a mí, qué con dos carreras universitarias y más experiencia y profesionalidad de la que nunca tendrán ellos, me han tenido de guardia y custodia de niños que necesitaban dormir con sus caritas desencajadas hasta los más tratos, sobretodo los más tratos.

No es la primera vez que cumplimos como profesionales madres agotadas, puedo relatar muuuuuchas noches realmente en blanco por un virus, unas muelas, o una fiebre infantil, pero me repugna que utilicen a mis peques contra nosotros, los de casa y los del cole, que los hagan sufrir para nada.

Me preguntaban quién era el culpable de está situación y yo creo que no importa si ha sido el Gobierno Central que no sabe de nuestras costumbres o cualquier inútil.
Para mí está claro que mi desprecio va hacia nuestra alcaldesa que siempre iba de defensora de la tradición valenciana y ahora se e esconde de nuestros reproches, hacia nuestra Consellera de Educación, que en media legislatura ha destrozado la educación publica e incluso la privada y los sindicatos que a nadie representan y a nadie defienden.

Mi desprecio para ellos y así lo han aprendido como lección de hoy.

Mi consuelo es la cantidad de padres, madres y iaias preocupados por sus peques, que los han dejado en casa durmiendo.

Menos mal que sigue habiendo gente con sentido común, que e el menos común de los sentidos.

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