martes, 12 de enero de 2016

Banco de libros, segunda parte

Pues ya está entregada la documentación y, como me temía... Un desastre.

No dudo de la buena intención de nuestro señor conseller, pero esto está siendo un desastre, y lo que queda.

Se supone que era una ayuda de doscientos euros por niño, no mucho teniendo en cuenta que gastamos más de 400€ por niño a principio de curso más los gastos en material fungible y libros de última hora a lo largo del curso.
Luego se dijo que se fraccionaba en dos partes, una inicial de cien euros máximo por niño presentando las facturas de los libros comprados y otra al final del curso presentando los libros en buen estado.

La primera parte ha sido dantesca, mucho descontrol, mucho papel innecesario y mucha traba.
- No sólo la factura o facturas,
- hace falta el justificante de pago del banco,
- el sello de pagado en la factura,
- una instancia que rellenar por Internet pero que has de imprimir por duplicado,
- una declaración jurada que en el último punto añade que si los libros no los devuelves en prefecto estado, tendrá que devolver el dinero inicial,
- fotocopia de dni del solicitante y libro de familia en la que conste el niño, como si de ambos datos no tuviera constancia el Ayuntamiento y original para compulsarlo sin posibilidad de compulsarlo en ningún otro organismo oficial.
- igual me dejo algo. Al final tenía más papeles que energía. Y no era la única.

Quince amables funcionarias del Ayuntamiento mirando documentación y colas de una hora en un horario de nueve a siete con un par de horas de descanso.
Lo de amables no va de broma, menos mal que lo eran de verdad porque yo he llegado en un estado de nervios tras un intento matutino que si me llega a torcer un mínimo el gesto, me caigo redonda.
Vale que el colegio de mis hijos es muy grande, pero me parece IMPOSIBLE que el Ayuntamiento asuma este gasto de dinero que no hay en sus arcas.

Gente haciendo dos, tres y no sé cuántos viajes a lo largo del día para entregar el penúltimo papel que falta, favores, permisos y escapadas del trabajo por cien euros que no tenemos claro ver, pero que hacen mucha falta.

Lo que no puede ser es que se gasten tales cantidades en libros de texto supravalorados, lo que no puede ser es que te cobren 20€ por una licencia digital de un libro que en papel cuesta tres euros más y viene con licencia incluida, lo que no puede ser es que no estemos ya trabajando en digital y de forma gratuita en vez de montar este costoso circo en todos los sentidos.

Sigo diciendo, no dudo de la buena intención de nuestro conseller, porque montar este lío lo ha tenido que coger con ganas, pero la solución pasa por financiar tablets con Android y licencias gratuitas, que las hay.

¿Banco de libros?, lo que necesitamos no es una cola horrible y papeleo por cien euros, necesitamos modernizarnos, como en muchos colegios que ya no siguen los dictados de las editoriales.

Diferentes perros... Y me temo que los mismos collares al cuello.
Una lástima.

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