sábado, 9 de enero de 2016

Cambio de sitio

Al principio de cada trimestre, cambio a los peques de sitio. Están por equipos y pasan todo el trimestre con los mismos compañeros.

El situar a cada niño en un sitio, ni es una tontería, ni es tan fácil como parece. Como casi todo en infantil.

Lo primero, es tener claro el objetivo. El mío es sacar el mayor rendimiento de cada peque, ponerle con compañeros que le ayuden a convivir y que ayuden en su aprendizaje. Eso no significa poner a los más espabilados con los que van más despacio, porque tienden a hacerle el trabajo o a responder por ellos. Para mí significa poner a niveles compatibles y caracteres enriquecedores. Pero ¿Cómo se consigue eso?.

Nada más llegar de vacaciones, contando con que, aunque los conozca, en vacaciones maduran, hago una especie de experimento sociológico durante tres días. Empezando por el encargado, les hago elegir sitio y amigo para sentarse. Lo anoto, observo cómo trabajan y cómo se relacionan, a quien eligen primero y quienes nunca son elegidos. Los resultados siempre me sorprenden.
A veces niños que creías socialmente aceptados, son elegidos los últimos y niños que creías solitarios son elegidos en primer lugar. Los motivos son diversos y varían el resultado. No es lo mismo no ser elegido por tener un carácter reservado, que por existir un rechazo a algún miembro del grupo que podría conllevar a un incipiente bulling.

Una vez sentados, observo y anoto las interacciones entre ellos.

Al tercer día de recabar datos, me decido por una combinación que pongo a prueba durante una semana.
El objetivo no es que estén quietos y en silencio, mi misión no es crear niños sumisos, sino creativos, han de trabajar bien y a gusto.

El lunes, últimas elecciones... Ya os contaré.

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